La verdad es que salir el último domingo de cada mes a dar una vuelta desde el "Puppy" del Guggenheim hasta El Arenal (todo ello en Bilbao, ¡claro!) nos da la oportunidad de vernos y comentar la marcha de nuestros "monstruitos": este no para de dormir... pues este ha alargado los dientes y hay que reñirle de vez en cuando... esta, sin embargo, parece que se ha puesto las pilas... ¡cómo ha crecido, madre!...
Aprovechamos el paseo para ir disfrutando de todo lo que encontramos en el camino. Y puesto que es a la orilla de la ría Ibaizabal-Nerbioi, qué menos que disfrutar del entrenamiento de una trainera
o de la transparencia del Zubizuri uniendo las dos márgenes de la ría, abriendo la margen izquierda con la Isozaki Atea
.Y esto solo es el principio. Aviso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario