sábado, 19 de diciembre de 2009

Presentaciones

Bueno, casi un mes después pero creo que ya es hora de las presentaciones.

Por un lado estamos nosotr@s: una familia cualquiera y sencilla supongo. Un padre, una madre y una hija de veintialgo ( :P) Una vida tranquilita, alguna planta, muchos peces... Hasta hace poco éramos 4, nos acompañaba un huroncete llamado Lur al que tuvimos que decir adiós con pena por una enfermedad que se lo llevó, pero nos dió años de alegrías y cariños. En casa casi siempre hemos tenido animalillos pero lo más grande había sido Lur. No será por no intentarlo, cualquier infante se pasa sus años con el clásico ritual de "quiero un perro" y la parte progenitora con su habitual "no". Lo normal vamos. Pero al parecer Lur nos enseñó que al fin y al cabo ni tenemos una vida tan ocupada como pensábamos, ni nuestros horarios laborales son tan incompatibles entre si, y desde luego que un pequeñajo peludo de cuatro patas nos alegra la vida sin darnos cuenta.

Así pues sin darnos cuenta apenas decíamos "hola" a una pulguilla que invadiría nuestro hogar.

Y aquí entra la presentación de este pequeño tizón que es Ikatz. Un galguito negro (con algun detallito blanco jeje) de apenas 3 meses que convive con nosotr@s desde hace algo más de 3 semanas. ¡Quién me lo iba a decir! Cuando una desiste en pedir perro a la familia el perro viene a ella. Supongo que mis padres se enamoraron de los peques de Linda por internet, una galguita que habían recuperado de la calle y traía sorpresa consigo. Hacía tiempo que ojeaba webs y blogs de protectoras, asociaciones y grupos de recuperacion y acogida de galgos, y obviamente ha sido un trabajo de meses y meses dejando perlitas por casa de vez en cuando sobre las maravillas de los lebreles.

¿Por qué un galgo?

¿Y por qué no? Cualquier perro abandonado, desechado, maltratado... MERECE la oportunidad de una nueva vida con gente que le quiera, le enseñe y proteja. Pero desde que (no recuerdo como ni cuando) descubrí el mundo de las protectoras de galgos me enamoré de estos perrillos. Por un lado por su especialmente cruenta vida (por llamarlo de algún modo, porque no tengo claro que eso sea vida) que tienen tantos y tantos galgos, por otro esque solo hay que mirarles, son preciosos. Si por lo general hay bastante gente que tiene esa visión de "objeto-capricho-desechable" con los animales hay que reconocer que además esta faceta se exalta con los lebreles. No solo son perros de "usar y tirar" para muchas "personas", sino que los explotan, maltratan, los hacen malvivir para encima después matarlos lentamente colgándolos o más léntamente abandonándolos a su suerte, a mano de enfermedades, hambre, coches y bestias de dos patas que se ensañan hacíendoles "perrerías". Si su vida es triste su "muerte" no se queda corta.
Pero aquí es cuando nace el rayito de esperanza cuando una se entera de que hay gente que se mueve, y se mueve de verdad, para darles una nueva vida a estos larguiruchos con tan mala suerte. Los sacan de la calle, los cuidan, los curan, los quieren...
Porque los galgos tienen mala suerte de ser rápidos, listos, cariñosos... qué facil es aprovecharse de ellos.
Así que desde hace tiempo se me metió entre ceja y ceja que querría dar hogar a un galguillo, y así además de darle una nueva vida a él dejar sitio para la acogida de otro afortunado.

¡Aunque lo de que sea un cachorro está siendo toda una experiencia! jajaja

Continuará... ;)





domingo, 29 de noviembre de 2009

El hueco

Esta era la historia de un hueco que buscaba habitante.



Un día por cuestiones de la vida el hueco pareció empezar a llenarse, esperando a alguien...



Continuará.... (vaya que sí)