lunes, 23 de agosto de 2010

.... Y PASÁNDOLO BIEN, TAMBIÉN.

Todo no va a ser llorar, claro. El verano da mucho de sí: los días son largos, las noches aunque cortas parecen alargarse para divertirte-pasear-dormir,... ¡Que poco nos queda ya!
Pues eso, nos ha dado tiempo a ir de paseo, descansar y disfrutar de las flores y árboles,

saludar a otros animales (caballos, vacas y ovejas) que encuentramos por el camino,

visitar monumentos del pre-románico en Oviedo como Santa María del Naranco o San Miguel de Lillo,

la catedral de Oviedo o beber agua en la Foncalada (lujo de la Alta Edad Media), ...

Y aún así nos ha quedado tiempo para posar un rato

o correr arriba y abajo por las cuestas del area recreativa de Suares.

Incluso de posar frente a la puerta de la casa en la estuvimos tan bien estos cinco días, "El Ñeru", antes de salir de Asturias rumbo a Noja.

Hasta dentro de nada, que me voy de viaje.

martes, 17 de agosto de 2010

LLORANDO EN ASTURIAS

Bueno, bueno... todo tampoco son lágrimas. Hay momentos para todo: para reir, para correr, para saltar, para ladrar, para hacer burla...
Supongo que es un poco una venganza por lo que le estamos haciendo, pero "es por su bien" (¿dónde he oído yo eso antes?). Me explico: ahí donde se le ve, tan majo, tan simpático, tan canijo, tiene un problema enorme con la separación. Cada vez que nos vamos a trabajar el resto del vecindario sufre un concierto de llanto en MI mayor sostenido (durante mucho tiempo). La solución parece ser que se basa en dejarle llorar a gusto y que vea que aunque nos vamos volvemos, que se de cuenta que aquí él es el último de la manada, no el que manda... Pero es cabezón y persistente.


Total que pensamos que en estas vacaciones, ademas de irnos a ver cosas (con las orejas en sombrilla, eso sí, por el sol),


descansar de la forma más cómoda posible mientras ligamos bronceado (o sea, en tumbona cómoda cómoda y en exclusiva -eso de compartir siempre trae problemas-),


dormir largas e interminables siestas despatarrado al completo (casi de forma in-decente) para recuperar las fuerzas perdidas en carreras y llantinas (que para todo hay tiempo en esta época estival) antes de empezar de nuevo,

bueno, pues que además de todo eso, sería el momento oportuno para ir dejándole solo y que llore lo que quiera. Y nos vinimos hasta esta maravillosa Asturias, concretamente a Suares, un lujo de paisaje y de tranquilidad.
Hasta ahora, al menos.

viernes, 13 de agosto de 2010

¡PERROS, NO!


Señal inequívoca, indicación clara: NO ESTÁ PERMITIDO EL ACCESO A PERROS.
Preguntar a quien tiene puesto este cartel en su establecimiento lleva, en buena cantidad de casos, a un largo silencio. Luego pueden aparecer explicaciones de lo más curiosas y, a veces, peregrinas: "Es que no me gustan los perros", "Es que son muy sucios", "Es que igual no le gusta a algún cliente", "Es que lo manchan todo", "Es que lo marca la ley",...
Buf, se pueden rebatir cada una de esas afirmaciones . Pero para no amontonarse e ir por orden, vamos a empezar al revés: "Lo que marca la ley". Pues la verdad es que éste es un país difícil para afirmar tal cosa: No existe ley general (que yo sepa y que conste que me estoy esmerando en buscarla por todos los sitios) y cada diputación, provincia y ayuntamiento dicta sus normas (muy parecidas), marcando sobre todo vetos y multas. Iré ahondando en ellas para ver lo que hay en cada sitio. Al final descubres que en tu lugar "tampoco se atan los perros con longanizas".
En cuanto a la prohibición en sitios privados de uso público (bares, centros comerciales,...) queda un poco a decisión personal del dueño. Por poner un ejemplo, rápido y sin más comentarios: en el camping en que pasamos nuestras vacaciones hay, a la entrada, un cartel como ése. Todavía no entiendo por qué. La dueña tiene su perrita (dentro del camping, claro) y en las 80 caravanas que lo completamos al menos hay otros 7 u 8. Entonces, ¿para qué el cartel? ¿por qué ese cartel?