jueves, 11 de marzo de 2010

El tiempo pasa...

Lo se lo se, que vaguedad, que desidia... y la narradora ausente de estos lares sin traer nueva alguna.

Bueno, ya estoy por aquí. Siento la falta y dejadez hacia la responsabilidad a la hora de contaros las vivencias del pequeño Ikatz.

Pero he aquí que he vuelto e intentaré poneros al día de lo que nos acontece últimamente.

Parece que este pequeñito huesudo lleve con nosotros una vida y ni siquiera hace unos pocos meses que irrumpió en nuestra rutina. Irrumpió así como quien dice con trompetas y bombos... porque nos ha mareado un poco y más. Si, los cachorros son amorosos, tiernos, preciosos, juguetones... pero son un caos. Ya os comenté en la entrada anterior creo que a veces no dan ganas de tirarnos de los pelos. Estos bebés.... Por suerte el pequeñajo de Ikatz se va formalizando ¡Quién lo diría! Así es, primicia, se está haciendo un chico grande. Pero ojo, no solo a la hora de comportarse. No solo es capaz de aguantar toda la noche durmiendo en su sitio, solito, como un chicarrón, sin llorar, sin pises, dejándonos dormir (un "hurra" por la salud de mis padres). No solo es capaz de aguantar varias horas reteniendo líquidos en su pequeña vejiga de galguito, no solo pide ya cuando quiere bajar a la calle, está más atento a las órdenes, duerme siestas "como dios manda".... No solo está haciéndose un chico formal y mayor. Resulta que vamos a tener posiblemente un "galguito" XXL. Bueno, no nos impresionemos por ahora. Con sus 5 mesecitos el muchachuelo ya nos pesa más de 17 kgs. Y gordo no está para nada ojo. Tiene una impresionante linea "galgo mas chulo que un ocho, jolín".

En fin, que el tiempo pasa, y otra cosa que pasa y se van son los dientes. Unas risas las que hicimos cuando empezó a cambiar las paletas y circundantes, porque cuando le salieron los nuevos parecía un conejo. Ahora ya tiene los dientes recolocados y parece haberle crecido la boca, he de suponer que a conjunto de la cabeza... y del resto del cuerpo. Pero es lo que tiene verle día a día. Que sí, lo veo grandote, pero no me doy tanta cuenta. Bueno, dos colmillos menos. Para desgracia de nuestras manos por ahora arriba tiene dos pares de colmillos. Se ve que es un poco desconfiado y hasta que no están fijos los nuevos no deja irse a los viejos. Mi aita anda de Ratoncito Perez recolectando las pocas piezas que con suerte llegan a tocar suelo. Hasta muelas ya tenemos por ahí guardadas. ¡Es impresionante la velocidad a la que le salen las piezas! Normal que el pobre Ikatz ande mordiéndolo todo, solo de pensar como sería tener dientes nuevos básicamente de un día para otro en mi propia boca... ufff.

De todos modos ya queda poco, se le nota más formal aunque tiene sus momentos de "¡socorrroooooooo!", se nos está haciendo un chico grande... aish....

Como pasa tiempo, pasa... el tiempo pasa....

(a ver si encuentro fotos para subir, que andamos poco fotográficos últimamente por estos lares)

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