Al grano. Este sábado pasado teníamos una boda y nuestro gran interrogante era ¿Qué hará Ikatz este sábado en Trespaderne y sin estar nosotros? ¿Cómo se portará? Pues nada, duda resuelta. Es la primera vez que está todo un día sin nosotros dos, madre y padre adoptados (la "hermana" adoptada lleva casi un mes zanganeando, ¡uy,perdón!, estudiando en Barcelona) y me da la sensación por los informes recibidos que ha estado más feliz que otra cosa. ¡Qué fresco! Y nosotros preocupados...
Vamos, que el dueño del sofá siguió como si nada. ¡¡Vaya morro!!
Y hablando de morro, y siguiendo con el paseo de junio, morros y muchos se vieron en el mismo. Lo digo por los galgos, claro, cánidos de morro afilado...
Todos tienen un morro fino... hasta Txula, y eso que parece tan formalita. Da igual la raza, el color o la altura.
Moooooooo
rrrrr rrrrr
ooooooooo!!!
rrrrr rrrrr
ooooooooo!!!
Pero debajo de ese pelaje y esas formas (incluso de esas enormes ganas de jugar y "mordisquitos para ver si te animas tú también"), llevan un ENORME corazón, incapaces de hacer daño y con más ganas de dar y recibir cariño, que de cualquier otra cosa. Ahí, todavía, tenemos mucho que aprender, nos llevan mucha ventaja a los humanos. Pero eso es cosa para otro rato.
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